16 enero 2007

Sixième Monde: Los Pasajeros Del Hotel

Trabajar en un hotel es un permanente encontrarse con gente, idiosincracias, costumbres y personajes diferentes... Especialmente, si el hotel se basa fundamentalmente en el alojamiento de turistas extranjeros en un casi 80% que no es exagerado.
Como este hotel no es la excepción, me dediqué a un análisis de cada uno de ellos... En este, mi análisis, que no es científico ni mucho menos mis pasajeros son personajes y como tales cumplen roles, juegan a turistas y cada uno de ellos tiene formas de actuar y moverse misteriosamente iguales o parecidas. Aquí van los distintos personajes de esta obra que transcurre en las áreas de contacto de mi hotel...

1- El Español: el español es un tipo más o menos simpático que disfruta sus vacaciones, que quiere mirar y conocer todo. En general, no es de quejarse demasiado y no le importa gastar demasiada plata: paga por lo que todos dicen que vale la pena. Aunque dió la vuelta al mundo varias veces y hasta "pago con su Visa en China", se asombra de los ritos alrededor del mate, lo prueba, lo analiza, lo va pasando cual "pipa de la paz" en lugar de esperar hasta el ruidito. Se mira todos los partidos del Barza y del Real Madrid, aunque después exista el que confiese, luego de un Gin Tonic o un JB con hielo, que en España nunca ve un partido que de hecho él es de Salamanca por lo que no le interesan ni el Barcelona ni el Real Madrid. Siempre termina preguntando por qué hay tantos argentinos en su país y aunque resulta un personaje querible son absolutamente cuadrados.

2- El Francés: en general es un personaje un tanto cerrado y huraño. No habla nada de español y mucho menos de inglés. Son personas con absolutamente todo armado, llegan en grupo y se mueven igual. No gastan un centavo más del que deben. Jamás una propina, sólo beben agua y entre sus artilugios se encuentran situaciones tales como esconder sus botellas de 1.5 litros de agua debajo de la mesa. La carne -siempre comen lomo- la piden roja sangrante, se van a dormir temprano y cuando algo falla sus onomatopeyas son las más graciosas. Aunque Francia, se sabe, es la capital mundial de los perfumes ellos, al parecer, nunca lo usan y su olor es tan agradable como estar inmersos en toneladas de bolsas de cebolla.

3- El Brasilero: el brasilero tiene bellas playas, un lindo idioma y unas cuantas cosas más en su país, pero al parecer no todo es alegría para ellos... Una de las costumbres más difundidas es la de quejarse por todo. Quizás el frío afecta sus organismos tropicales, pero lo cierto es que si no es el viento es el frío y sino el desayuno, las frutas, el viaje, el calor, la almohada, los masajes.
Lejos del carnaval, pretenden agotar nuestras mentes quejándose por absolutamente todo. Aunque claro, a la hora de la despedida la alegría vuelve a ser brasilera.

4- El Judío: estos pasajeros -polémicos como pocos- son de los más peculiares... por empezar, pretenden clases de español, es decir, preguntan por todas las palabras que les resultan ajenas, nuevas, raras o difíciles... o sea todas!
En segundo término son extremadamente sucios... no quiero ser dura para no herir sensibilidades pero hasta les ganan a los franceses. Es imposibles hacerles un check in o darles alguna explicación de nada. Por otra parte, ellos cantan, dan los aleluyas, hacen sus oraciones y hasta viajan con un rabino para que bendiga sus comidas.
Por último, no gastan un centavo en nada, todo lo miden monetariamente, no dejan propina ni de casualidad y buscan hasta el más mínimo detalle para salvar un centavito.

5-El Italiano: estos personajes son bastante parecidos a los argentinos -que por supuesto tienen un párrafo aparte-. Son gritones, les encanta llamar la atención, son tramposos y para conseguir lo que quieren... vuelven a gritar. No hablan otro idioma más que el italiano y se enojan cuando no les entendés, son muy mañosos y pueden llegar a decir las cosas más inverosímiles para conseguir su cometido. Impacientes y "cabrones" no entienden que no podés acelerar el tiempo. Molestos y un poco locos, cada tanto son una linda nota de color... Pero ojo: sólo cada tanto!!

6- El Oriental: si bien cada país con ojitos rasgados es diferente, todos tienen algo en común: llegan con su cámara fotográfica, casi nada de equipaje y se valen de su teléfono móvil supersónico que cumple con todas las funciones y hasta incluye, si fuese necesario, un bote salvavidas. NO entienen NADA de castellano, ni de inglés ni de nada... Igual siempre se ríen de todo y les podés vender una heladera en un iglú... No tienen mucha idea de dónde estñan pero por las dudas sacan mil fotos de cada cosa...

7- El Argentino: ay ay ay... este personaje merece varias párrafos y hasta unas cuantas páginas... Por empezar los dividimos a "grosso modo" en 2: el porteño y el de provincia.
El porteño tiene un perfil alto... muuuuuy alto. Sólo el perfil porque en realidad se piensa que pagó lo mismo que el que se alojó en un 5 estrellas de todo lujo. Se creen viajados aunque termina hiper minimizado cuando habla con alguien más.
Infinitamente charlatán habla de vinos, gastronomía, libros, lugares, itinerarios turísticos, música, costumbres... Parece todo un Gourmand aunque el que sabe lo mira con cara de: "qué boludo!!" Sus víctimas preferidas son pobres turistas ávidos de información, en general de centroamérica. Al igual que el tano se queja de todo, siempre sin razón... Todo para ellos es escaso (los servicios, las comidas) o excesivo (los precios). La frase que más los define sería: "comen con champagne y tienen sueldos de cerveza"
Los provincianos, en cambio, muy humildes y poco viajados miran todo con ojos de asombro... Tocan todos los botones, usan todo... Se pasean en maya y ojotas por el hotel, la pileta parece una colonia de vacaciones... La comida no les atrae prefieren las milanesas con papas fritas. Para las viandas te piden "sanguche de mortadela" uno, para compartir, con "soda" o tortilla de papa... En su defecto con bolsas de La Anónima llenas piden guardar "algo de fiambre" en la heldera. Juegan al chinchón en el lobby y cuando se van siguen en su nube, agradecidos y poco complicados la mayoría de las veces resulta un placer atenderlos.

Así que ya saben... por un lado si un día pasan por mi hotel, no sólo se van a encontrar con un teatro sino que van a ser examinados bajo mi ojo sagaz... Por otro lado, quizás así empiecen a comprender mi locura...

7 comentarios:

mary poppins dijo...

1º gracias por linkearme!

2º excelente el post! me va a servir para cuando tenga q laburar con turistas extranjeros!

3º que lindo calafate!! estuve hacwe unos años y sin duda iría a laburar allá, es hermoso, debe haber crecido bastante en este tiempo.

besos!

Anónimo dijo...

Bueno, a ver, es posible que parte de esto sea cierto, pero la verdad me parecen descripciones un tanto estereotipadas y generalizantes. Lo digo porque yo conozco gente de las nacionalidades aludidas,incluso convivo con gente de las nacionalidades aludidas, y mentiría si dijera que las definiciones que das de ellos acá los definen.

Hasta ahora no he conocido franceses que huelan mal (la mayoria se ducha a diario), ni sean huraños, de hecho varias de mis mejores amigas son francesas.Los orientales, si quieren, nos dan 30 vueltas y media en inteligencia, y no he visto judios amarretes en absoluto, esto por poner algunos ejemplos nomás.

Esto que contás se parece más bien a la idea que yo tenía de esta gente antes de realmente conocer gente de estas nacionalidades.

Francamente no se de qué dependerá.

Saludos!

Cronopia dijo...

no depende de nada más q de lo q dije al principio del post... la gente q llega a la recepción de mi hotel es asi... yo también conozco gente distinta a esto, sin embargo no pretendo ser exactos al describirlos y repito una vez más... x lo menos la gente q viene a la recepción del hotel con sus problemas, preguntas y demás responde a estas características... por eso hablo de los pasajeros del hotel y no de los ciudadanos de cada país.

Anónimo dijo...

Sabes por que los Judios son sucios? (y lo de sucio lo digo con conocimiento de causa) como un judio va a usar jabon...

Maxi Vittor dijo...

permiso eh, lindo blog, quería opinar. Me parece que las diferencias que hay entre las personas que conoce Ambi y las personas que conocés vos, Cronopia, reside en que Ambi vive con ellas y son pares, y vos estás para atenderlos en el hotel. Durante un tiempo tuve contacto con extranjeros turistas desde la misma posición que vos (casi la misma), y al igual que los argentinos mismos, su comportamiento cambia rotundamente cuando están entre pares y no frente a una persona que está para atenderlo, escuchar sus quejas, satisfacer sus pedidos o lo que sea.

Anónimo dijo...

Claro, claro, mi intención no es más que la de ofrecer otro punto de vista.

Y para godie: tu comentario suena un tanto demasiado despótico.

Cronopia dijo...

Bueno, em primer lugar gracias max por pasarte... es cierto q la gente se comporta diferente pero repito: yo solamente hablo de lo q me toco vivir... por otro lado, que bueno q, ambi, quieras darnos otro punto de vista.
Y, finalmente, aclarar aunque suene raro que la idea no se trataba de herir la sensibilidad de nadie... simplemente comentarles de lo saturada de mi cabeza... pero aunque suena mal, me resulta cierto (a mi y a quienes trabajamos aca) que una vez q programamos nuestra cabeza en "argentino", "frances", "español", sabemos como responderles, tratarlos y hasta sabemos con qué nos van a salir...
Saludos a todos!!