27 marzo 2007

Dix-Huitième Monde: Patas para Arriba


Todo patas para arriba…
Cuando tiene que llover sale el sol y si estaba haciendo calor de repente el viento congela todo…
Cuando tengo ganas de escribir me pongo a trabajar y trabajando me pongo a escribir.
Cuando sale el sol yo sigo dormida y despierta, el sol ya empieza a esconderse temprano…
Cuento los días pero no tengo ganas definitivas de volver… Extraño la ciudad pero ya me imagino lo insoportable que debe ser…
Tengo frío y cuando tengo frío ansío el calorcito del verano, el día que hace calor espero con ansias ver caer los copos de nieve…
Si me preparo un café me acuerdo que hace mucho no tomo mate y si tomo mate me acuerdo que había guardado un yogur para esa ocasión…
Está todo patas para arriba, es el reino del revés…
Mi vida, mi cabeza, sufre de una confusión total y exagerada… Es el remolino de cosas y el torbellino de los días venideros.
Conseguí por fin las cajas y todavía no me digné a acomodar nada. Logré, después de muchos días de contar los días, quedarme con la casa, como si fuera sólo para mi.
(No es que cambiara mucho algo de lo que pasaba, pero las mañanas son mías y todo lo demás también…)
Restablecí el orden de mis días, desayuno tranquilamente frente a la ventana, hago tiempo, preparo las tostadas, prendo el televisor, me dispongo a adelantar trabajo. Cumplo con mis obligaciones, vuelvo temprano a casa, prendo las hornallitas para calentar el ambiente, me doy una ducha relajadora y a buscar una película…
Se conversa, se comparten los mates, se proyecta, se corroboran y analizan los planes…
Los cambios se dieron de repente y recién ahora estoy tratando de relajarme, disfrutarlos y, por supuesto, llevar a cabo lo que significan… Me puse en la piel de quien es esa persona que esperan de mi y acá estoy…
A todo le agrego: buscar casa para septiembre, conformar a varios de los que están a mi lado, hacer cuentas, contar horas, días, plata, organizar reuniones, planificar, organizar, no olvidarme del tiempo libre…
Cuando era chiquita y pensaba en lo que quería ser cuando sea grande, pensaba en esa especie de “mujer orquesta” capaz de hacer mil cosas a la vez… (ojo, también quise ser cirujana, veterinaria, abogada, filosofa, profesora de literatura, verdulera, ferretera, vendedora ambulante, actriz, etc etc.)
Y ahora estoy acá, y de repente me dí cuenta que crecí sin darme cuenta y empiezo a cumplir un montón de funciones y me empiezo a convertir en ese sueño que tenía de chiquita… Qué pensará de mi esa nena traviesa con dos colitas?, me pregunto a menudo… Qué le diría yo a ella ahora que se como va a ser su vida futura?
Seguramente le contaría que a pesar de estar todo patas para arriba sabe adónde quiere llegar… pero sabe solamente si vive patas para arriba…
Y si quieren leer algo de verdad: patas para arriba de Galeano

3 comentarios:

Maxi Vittor dijo...

de todos modos se te nota feliz, no?

Anónimo dijo...

es un hermosa manera de describir ese momento.

Y con respecto a la niña de las colitas, yo le diría que no se preocupe tanto ahora y salga a jugar...

Besos Crono!! Q sigas bien! :)

Claire dijo...

Muy bueno!
Besos