10 septiembre 2011

Allí estaré para amarte...

Lo que importa es que estas tocando con la yema de los dedos

eso que has estado soñando toda tu vida;

y ya sólo importa el hoy, el presente y lo que está por venir...



Hoy por fin se abrió mi tulipán. Aquél retoño que planté con tanto cuidado, por fin desplegó sus pétalos rojos para deleite de mis ojos.
Mientras trato de captar el momento desde todos los ángulos posibles con mi cámara de fotos, ella me mira desde su inocente ignorancia y es que es un lienzo en blanco... y es quizas esa, justamente, la responsabilidad más grande.
Ella desplegó sus pétalos (ya) 3 meses atrás... y creo que ese fue el momento más matavilloso que me tocó vivir.
Dificil de explicar, a partir de allí comienza una vida completamente nueva. Como si la vida te dejara un lienzo en blanco y después, a arreglarse como más te guste.
Se me llenan los ojos de lágrimas y el pecho de sensaciones cada noche cuando la dejo en la cuna, ella con los ojos cerrados y yo con las manos bien abiertas.
Nunca una manito tan pequeña tuvo tanto significado como cuando agarraste por primera vez mi dedo. Y es que, dicen que cuando un bebé recién nacido te agarra el dedo es que ya nunca querrá soltarte...
Todos los días es algo nuevo... siempre hay algo nuevo para guardar entre mis recuerdos. A veces, quisiera poder dejarlo todo perfectamente anotado y registrado, pero qué sería de nuestras vidas sin este desorden que nos impone?
Mientras escribo, sigo el ritmo de su respiración, de su concentrado sueño, de su ajustado crecimiento. Es un mecanismo tan perfecto que me llena de dudas, de preguntas y de miedos también, por qué no?
Me pregunto por qué nos habrá elegido a nosotros y esa es una pregunta que jamás tendrá respuesta... es un mágico y hermoso misterio.
Acaricio su rostro perfecto y suave tratando de hacerle saber que estoy aquí para cuidarla y quererla, para acompañarla sin condiciones, sin abandonos, sin restricciones. Que siempre voy a estar velando sus sueños, aún cuando no esté... porque aunque no esté, allí estaré para amarte...

No hay comentarios: