22 enero 2010


La madurez llega cuando entrás al super y pensás
“no tengo más jabón en polvo, compro skip? Si, mañana tengo que lavar la ropa”
Es triste. Siempre pensé que la vida debería ser más que eso.


Estoy dando vueltas para empezar a escribir. A veces pienso que quiero escribir un libro, pero no encuentro las palabras ni el contenido. Sería un libro sin tema. Sin estilo y casi casi sin coherencia. No creo que se pueda publicar una cosa así. Y sin embargo, me encuentro más de una vez al mes, sumergida en este pensamiento y buscando la forma de hilar relatos que si bien se parecen no tiene cohesión.
Son unas cuantas páginas llenas de pensamientos y desvaríos, con algo de poético en algunos pasajes. Con cosas que nadie más que yo entendería, en la mayoría.
En la tele no encuentro nada que me convenza, y leo y releo viejas anotaciones, chateo con un amigo que hace tiempo no veo. También quiere comenzar a escribir. Varios titulos pero sin demasiado desarrollo. Prometo leerlos cuando esten listos, pero es que acaso, como mi libro, nunca estén traducidos al papel.
Nos perdemos en viejos pensamientos y vamos construyendo entre los dos una historia bastante poco creible y mucho menos ordenada.
Una combinación con miles de matices que sólo nos convence a nosotros dos.
Pienso en que ya me tendría que ir a duchar y volver a renacer entre mis sábanas, para salir mañana a la misma rutina interminable.
Quiero esperarlo despierta y nunca llego a tiempo.
Quiero... quiero... quiero... la vida se trata de una serie de deseos incumplidos que tratamos de alcanzar todo el tiempo... quizas sea ese el motor de la vida. Llegaremos algun día a la meta? Será ese el final del recorrido?

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