06 agosto 2012

Bocanada...


En esa primera bocanada de aire que tomaste cuando asomaste a esta vida sentí de repente un estremecimiento imposible de transmitir. Te largaste a llorar a gritos, pero ni bien te apoyaron mi cuerpo silenció al tuyo. Nunca imaginé sería capaz de brindarte esa paz. Y fue recíproco.