15 diciembre 2008

No Ves Que Va La Luna Rodando Por Callao?

Un ladrido de perros a la luna.
El amor escondido en un portón.
Y los sapos redoblando en la laguna
y a lo lejos la voz del bandoneón.
Barrio de tango,
luna y misterio,
calles lejanas, ¡cómo estarán!
Viejos amigos que hoy ni recuerdo,
¡qué se habrán hecho, dónde estarán!

Pasó la luna llena... hermosa, radiante...

Subimos el cerro para contemplarla 22 mil kilómetros más cerca que de costumbre. Nos sentamos al pie del laberinto. Descorchamos un champagne y decidimos nosotros también rodar por Callao y reir por no llorar.

Diciembre particular. Año particular. (Ya casi un año, además...)

Estamos como queriendo abarcándolo todo por miedo a que algo se nos escape del recuerdo o la retina. O de la lente de la cámara.

La noche estaba calma, con buena temperatura, sin viento... La ciudad estaba hermosa. La travesía, magnífica.

Abstraídos de todo y todos, entendimos que esto era el camino de regreso. El inevitable (o eterno?) retorno.

Ya es tiempo. Un nuevo año está por comenzar y aunque todavía nos quedan 4 meses acá, es tiempo de volver y comenzar a desandar andanzas, juntar nuestros recuerdos, sin etiquetas, de cronopios andantes y comenzar a abrir caminos en otra dirección...